viernes, 10 de julio de 2009

Columna diari Sant Andreu JULIO'09


GRACIAS, ADIOS Y PERDON


Hace algo menos de cuatro años el proyecto Ciutadans iniciaba su andadura. Me sumé sin dudarlo tras la lectura de los manifiestos fundacionales. Era algo nuevo, renovador, un movimiento ciudadano que permitía entrever luces de esperanza en una Cataluña nacionalista que reclamaba más autogobierno. Un movimiento que iba a regenerar la vida política y a abanderar la tercera vía política a nivel estatal.

De todo aquello, a pesar del enorme trabajo realizado, no queda nada. Ciutadans es hoy por hoy la sombra de lo que aspiraba a ser. Es cierto que los medios de comunicación no nos han ayudado a trasladar nuestro mensaje renovador, es cierto que no hemos obtenido la financiación necesaria que nos permitiera generar espacios propios y acudir con garantías a las contiendas electorales, pero no es menos cierto que hemos querido abanderar demasiado pronto aquello para lo que no estábamos preparados.

El partido de los intelectuales, con una militancia con un alto grado de formación, y con unas ganas de trabajar que parecían enfermizas se ha ido diluyendo al tomar decisiones estratégicas que iban dejando en la cuneta puñados y puñados de afiliados. Un equipo dirigente con entusiasmo, pero sin experiencia en la dirección de grupos, los egos de unos y otros, la falta de comunicación e información han llevado a que el partido se haya cerrado. Los órganos de dirección se han dedicado a atajar supuestas conspiraciones internas y a olvidarse de la consolidación de un verdadero proyecto político.

Fracaso tras fracaso electoral, después de nuestra irrupción gloriosa en las autonómicas catalanas. Renovación tras renovación del equipo ejecutivo, olvidándose de que el responsable último de las decisiones erróneas era el Presidente de un partido que entre plató y plató de televisión llevaba en boca el mensaje de regeneración y renovación, pero para otros.

Hace tiempo que este proyecto dejó de ser el proyecto en el que me embarqué. He intentado reconducirlo en la medida de mis posibilidades siendo crítico, pero leal dentro de los órganos internos de dirección. No ha servido de mucho ese esfuerzo y a fecha de hoy no me identifico con el proyecto que me permitió ser concejal del Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca.

Hoy les quiero agradecer nuevamente que, con sus votos en las municipales, me permitieran participar en la construcción de un Sant Andreu de la Barca mejor que el previo. En los próximos días iniciaré los trámites para renunciar como concejal de este ayuntamiento. Atrás dejo mucho trabajo, un equipo de compañeros y amigos excelentes, algunos de ellos en el Consistorio y lo importante para Vds. es que mi patrimonio únicamente se ha incrementado en algo menos de 12.500 euros en estos dos últimos años. En media a razón de 520 euros mensuales antes de impuestos, cifra inferior al salario mínimo interprofesional.

Me gustaría pedirles perdón por abandonarles precipitadamente, aunque seguiré haciendo política en este municipio aún sin partido, para y por Vds. Y por último no sería yo mismo sino reiterara en esta última columna la petición de dimisión del Alcalde y del Teniente Alcalde de Urbanismo.

Un fuerte abrazo a todos, amigos. Espero no haberles defraudado personalmente.

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bravo@sabarca.cat
José Manuel García Bravo
Concejal de C´s en Sant Andreu de la Barca

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